sábado, 5 de febrero de 2011

Ella y Él

Te contaré un cuento:

Erase una vez, luego entonces... Ella y Él, después ella mirando la puesta del sol. Fin.
Ella preguntó: ¿Que paso con el?
El respondio: Esa es tu desición, en mi caso él ya no existia.
Quizás el era un demonio, con un toque amargo - placentero, amante estrepitoso, astutamente bueno, sazonablemente simple. Y si pudiera ser música fuése una mezcla de clásica y folk. Dedicado a la conquista de los pensamientos y de los placeres que ofrece la vida misma.

Y ella? ella simplemente sigue su protagonismo en un guion, aun mirando la puesta del sol solo por no tener vida misma... más aun los sabios dicen que no sirven las palabras, vivir es mejor.

¿cuantas veces no quieres empezar una nueva historia? o peor aún ¿vivir la historia de alguien más?

Erase una vez, luego entonces...

viernes, 4 de febrero de 2011

Sal

Todo hacia un mismo sitio... el absurdo de la vida y sus riquezas incomparables, la sumisa voluntad perdida en el fondo un inconsciente desobediente, llevarme allí donde los miedos desaparecen.

Las nubes cada noche tocan la tierra y el cálido amanecer empalma con los parpados deshechos de noctambulas aventuras, en la arena se queda el producto de mil mares sin trizteza, en este lugar donde nace el protagonismo de una vida pálida, y en la cúpula el resto del pensamiento.

Los próximos eventos estarán enfrascados a los milagros de aquellos que te imponen un superhombre, pero también de vez en cuando conviene refugiarse del omnipotente, aunque

Jugar el juego de la vida quise y de mi invulnerabilidad me di cuenta más tarde.
que las cosas buenas cuestan dicen, y de los reflejos del amor, suicidios de tormenta abundan.

Del todo nada y de la nada aun más un vacio solo así se puede apreciar con claridad el contorno de tus labios al expresar palabras que exigen la liberación del humano.


No maximices pensamientos hirientes que te permiten recordar el autor de tu estado... más bien potencializa tus virtudes para que lo anterior solo sea efecto de un pasado. Los sentimientos son como la sal, necesaria pero dañina.