lunes, 23 de agosto de 2010

El espejo

Las sombras cambian de forma y se transforman en perfume de dolor, los recuerdos son ahora parte del presente y envistiendo la realidad que carcome la piel.
Las manecillas del reloj avanzan poco a poco pero sin toque de queda, la moralina en decadencia amenaza con ser una nueva tendencia, desde los tiempos del inicio hasta ahora las horas se convierten en el enemigo, los doce sentados con el maestro mostrando su lado de imprecación, las doce horas más claras del día oscureciéndose cada vez más.
Es entonces donde aparece el ser humano como habitante de la tierra, mostrando sus pestañas sin cimientos y el aguante es lo que quiere mostrar, no hubo nunca una mediocridad, sucede que nunca la conocieron, más bien fueron transformando su misma comodidad en codicia.
El juramento en un altar que no convence a nadie, mientras noche tras noche esperas conocer la pasión adecuada, entonces las creencias se desechan como bolsas de supermercado, queriendo día a día adoptar una nueva.
Ya no hay nada que perder, ya no hay nada más en que mentir, se ha complicado la existencia por unanimidad de insipiencia.
Las nuevas tendencias del ser humano son… inmoralidad absoluta, deshonestidad, ingenuidad, discrepancia, para darse cuenta de ello solo hay que ver a través de nuestro reflejo.

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